Tras una larga serie de campeones Dorian Boccolacci conquistó el Trofeo Andrea Margutti 2013 en la categoría reina del momento, la KF. El piloto francés dominó la prueba pero tuvo que luchar hasta el final para imponerse en la última de las 25 vueltas de la final. Marca así con Energy Corse y TM su segunda victoria en una temporada que se anuncia apasionante.
La competición, organizada en memoria del joven Andrea Margutti fallecido en 1989, siempre ha atraído pilotos famosos al mítico circuito de Parma antes de alcanzar gran fama el otro circuito, él de Lonato, en 2012. Nombres grandilocuentes del automovilsimo como Jarno Trulli, Fernando Alonso, Robert Kubica, Davide Forè, Alessandro Manetti y Danilo Rossi participaron de este Trofeo en el pasado y Dorian Boccolacci acaba de inscribir su nombre en el prestigioso palmarès donde encontramos nombres famosos como Giancarlo Fisichella, Teo Fabi, Sophie Kumpen, Sauro Cesetti, Carlo Van Dam, Ben Hanley, Oliver Oakes, Eduardo Mortara o Marco Ardigò.
En todas las ediciones del Trofeo Margutti la batalla ha sido intensa, y la 24a no es la excepción. Dorian dejó la pole position de las pruebas cronometradas al croata Martin Kodric por 12 milésimos pero se tomó la revancha en la manga clasificatoria conquistando dos victorias consecutivas. La prefinal, perturbada al inicio por un accidente que hizo activar el procedimiento "slow" (similar al Safety Car) sólo pudo reiniciarse en la décima vuelta. Dorian fue adelantado por el italiano Luca Corberi, un experto del circuito South Garda Karting, que más tarde supo bloquear hábilmente un ataque del piloto de Var en la última vuelta.
A bordo de un kart muy competitivo, Corberi se demostró ser un adversario difícil en la final. Después de una interesante serie de ataques y contraataques en los primeros pasajes el italiano adelantó mucho en el primer tercio de la competición pero Dorian no aflojó y perfeccionó las trayectorias hasta reducir la distancia vuelta tras vuelta, milésima tras milésima, retardando todos sus frenados con una perseverancia que sólo podía dejar a todos asombrados. Todo se jugó en la última vuelta. A pocos centenares de metros de la meta el francés consiguió un frenado y un adelantamiento extraordinarios en la curva cerrada de los mecánicos. Corberi intentó tocarle y atacarle nuevamente en la curva siguiente pero ya era demasiado tarde, ya estaba escrito que la victoria era de un Boccolacci totalmente consciente de sus medios que consiguió cruzar la meta con los brazos levantados y con más de 8 décimas de ventaja sobre su rival.
Una victoria en el Margutti siempre tiene un sabor especial precisamente por la reputación de la que goza la prueba italiana, y esta vez con total mérito de su autor. ¡Muy buen trabajo Dorian!